Primeros Auxilios

Primeros Auxilios, Recomendaciones

Los Primeros Auxilios son los cuidados inmediatos prestados a las personas accidentadas o con una enfermedad, antes de poder ser atendidas en un centro asistencial. 

Sus objetivos son:
   • Conservar la vida.
   • Evitar complicaciones físicas y psicológicas.
   • Ayudar a la recuperación.
   • Asegurar el traslado de los accidentados a un centro asistencial. .Asfixia por inmersión
Si se ha introducido agua en el aparato respiratorio de la víctima, sáquela inmediatamente del agua. Desaloje su boca y ubíquela hacia abajo.
Coloque sus manos debajo del abdomen. Álcela, haciendo compresión sobre esa parte del cuerpo; el objetivo es provocar la expulsión del agua.
Si el accidentado es un niño pequeño, puede sostenerlo desde los pies, de ese modo lo ayudará a eliminar el líquido.
Si observa que no hay movimientos respiratorios, sople artificialmente. En caso de paro cardíaco, practíquele un masaje.

Quemaduras
En caso de una quemadura sencilla, con síntomas de enrojecimiento de la piel e hinchazón, sumerja el sector afectado en agua fría para evitar dolor. Deje la quemadura al aire libre y no aplique cremas.

Si se trata, en cambio, de una quemadura de segundo grado, con dolor, ardor y pérdida de plasma (se advierte a simple vista como humedad), enfríe la zona con agua, colocando el sector quemado debajo del chorro de la canilla. Después, trate la quemadura como si fuese una herida: cúbrala con gasa y luego aplique una venda. Lo fundamental es evitar una infección. Cerciórese de que el accidentado tenga la vacuna antitetánica al día.

Ante la carbonización de tejido (observará que la piel adquiere una coloración marrón oscura, algo verdosa) no moje ni coloque cremas. Tampoco saque la ropa adherida. Cubra al accidentado con la tela más limpia que tenga (descarte las que desprenden pelusa) y llévelo con urgencia al centro sanitario más cercano.
Si la víctima no vomitó y está consciente, déle de beber agua con sal.

Ropas incendiadas
Si el damnificado tiene las ropas incendiadas, sujételo firmemente y envuélvalo con un saco, una manta o un tapete que no sean sintéticos y déjele, en lo posible, la cabeza descubierta.
Colóquelo en el suelo y hágalo girar lentamente, golpeando con las manos las distintas partes de su cuerpo. Primero, aplaque las llamas alrededor de cabeza y hombros y después continúe en sentido descendente, hasta los pies.
Tenga siempre presente que usted, como socorrista, debe cuidar su propia integridad ubicándose, como el auxiliado, a una altura lo más cercana posible al piso para no inhalar humo, gases, aire caliente o llamas.
No quite la ropa, ésta es tarea de un especialista. Sólo puede hacerlo y con rapidez si la vestimenta está empapada de líquido caliente.
Toque lo menos posible la zona de la quemadura. Luego proceda según el grado de la misma.

Quemaduras por otros productos químicos
Las quemaduras químicas son producidas por sustancias cáusticas que, al contacto con los tejidos, los mortifican y corroen. Por ello es indispensable que se apliquen de inmediato los primeros auxilios.

Cualquiera sea la sustancia, siempre deberá lavar la zona afectada con abundante agua corriente para diluir el cáustico.
   • Lesiones por ácidos: aplique una solución de agua con bicarbonato de sodio.
   • Lesiones por sustancias alcalinas (soda cáustica, cal viva, potasa): aplique una solución de vinagre y agua.
Después, lave otra vez las zonas afectadas con agua limpia y seque suavemente con una gasa estéril. Procure atención médica lo más pronto posible.

Si afectó los ojos: Acueste al accidentado. Vierta abundante agua en los bordes internos de los ojos, haciéndola correr hacia los bordes externos y levante cuidadosamente los párpados, a fin de que se limpie toda la superficie del globo ocular. Por último, y antes de ir al centro médico, cúbrale la visión con apósitos de gasa estéril.

Quemaduras de sol
En los casos leves, se manifiesta sólo un enrojecimiento de la piel, pero en los casos profundos pueden llegar a formarse ampollas.
Quien haya sido afectado por quemaduras solares puede padecer mareos, vómitos, fiebre, cefaleas, reacciones adversas al sol y hasta estado de shock. En estos casos, es necesario ubicar al damnificado a la sombra y enfriar con agua la zona quemada.
Recuerde que el dolor de la quemadura de los hombros puede aliviarse con compresas frías o apoyando sobre ellos con suavidad una bolsa de plástico conteniendo hielo picado. También tienen efecto calmante las cremas y lociones no perfumadas, específicas para quemaduras solares.
Evite usar manteca, margarina o aceite, ya que podrían ocasionar infecciones si, eventualmente, contuvieran restos de flora microogánica.
Si aparecen ampollas, no las pinche.
Finalmente, tenga presente que las superficies lesionadas no podrán ser expuestas al sol hasta que se hayan curado en forma definitiva.

Insolación y golpe de calor
Los síntomas más frecuentes son: debilidad, vértigo y espasmos dolorosos de los músculos. En tales casos, conviene ubicar a la persona afectada en un sitio ventilado y fresco , cuidando que no haya corrientes de aire que pudieran enfriar el cuerpo en exceso.
Déjele la ropa indispensable, controlando que ésta no ciña el cuerpo. Colóquele paños fríos en la cabeza y en las articulaciones y vaya renovándolos a medida que se calienten.
La persona afectada debe consumir abundantes líquidos frescos, pero no helados.
Si la insolación hubiese ocasionado pérdida de conocimiento, coloque a la persona boca arriba y efectúe masajes ascendentes –desde los extremos hacia la base– en piernas y brazos, hidratando la piel con agua fría.
Tenga en cuenta que el golpe de calor es una emergencia médica severa. Llame al médico o concurra de inmediato al centro asistencial más cercano. La demora puede ser fatal.

Enfriamiento
Quien haya sido víctima de un enfriamiento, exhibirá una gran palidez. Es probable que no sienta las manos o la nariz ya que el frío ha anestesiado esas zonas.
Como socorrista, deberá controlarle pulso y respiración y cambiarle la ropa en caso de que estuviera mojada.
Evítele un choque térmico, procurando que reciba calor de a poco. No debe acercar a la persona afectada a fuentes de calor hasta que no haya recuperado la temperatura normal.
Masajee músculos y articulaciones y déle de beber infusiones tibias y dulces o simplemente agua tibia. Evite que consuma alcohol o cigarrillos y que utilice bolsa de agua caliente.
Recuerde que en ningún caso está recomendado un baño de inmersión.

Congelamiento
En caso de congelamiento, las zonas afectadas (comúnmente miembros inferiores, superiores, dedos, orejas, nariz) están frías, blancas y no tienen sensibilidad. La gravedad de la lesión depende no sólo de la intensidad del frío sino también del tiempo durante el cual la víctima haya estado expuesta a las bajas temperaturas.
En estas situaciones es conveniente resguardar a la persona afectada y controlarle pulso y respiración.
Ante anomalías, actúe masajeando el corazón y/o aplicando respiración artificial.
Caliente la parte afectada con agua tibia o apoyando sus manos sobre ella, pero sin masajear ni frotar.
Al igual que con las quemaduras, en casos de congelamiento aparecen ampollas, las que deberá cubrir con gasa o compresas mientras procede al calentamiento progresivo.

Lo que NO debe hacer:
• Nunca use agua caliente.
• No aplique bolsas de agua caliente.
• No frote con nieve.
• No coloque sustancias grasas.
• No golpee a la víctima.
• No reviente ampollas, si las hubiera.

Tenga presente que todo dependerá de que el organismo recupere su temperatura poco a poco y no olvide que, luego de los primeros auxilios, el congelamiento debe ser atendido en un centro asistencial.

Intoxicaciones
Frente a una persona intoxicada, primero deberá establecer qué sustancia ha sido la que ha provocado la emergencia, ya que el objetivo principal en estos casos es neutralizarla.
Si aspiró gases, lleve a la víctima a un lugar ventilado, aflojando sus ropas.
Ante el contacto de sustancias tóxicas con la piel, retire la ropa y lave con abundante agua.
Si el tóxico ha sido ingerido, por norma general, no provoque el vómito.
Consulte de inmediato al centro de intoxicados e indique el producto que causó la emergencia, ya que cada sustancia tiene su propio antídoto.

En caso de estar lejos de un centro asistencial:
Si la víctima ha ingerido medicamentos, insecticidas o plaguicidas y está consciente, entonces puede inducirla al vómito, haciéndole beber agua tibia con sal e inclinando su cabeza hacia abajo y adelante; si fuera necesario, puede introducirle los dedos o una cucharita en su boca, hasta su garganta.

Nunca deberá provocarle vómitos cuando el afectado:
   • presente quemaduras en la boca;
   • haya ingerido derivados de petróleo o cáusticos;
   • esté inconsciente.
Siempre intente comunicarse con el médico por todos los medios que estén a su alcance.

Electrocución
Una descarga alta de electricidad puede provocar desde un pequeño calambre, pasando por heridas internas (motivo por el cual hay que mover a la víctima lo menos posible), hasta la muerte por paro cardíaco.

En principio, ante esta situación, no toque el cuerpo del accidentado, ni alambres o elementos eléctricos que hayan producido la descarga, hasta que no se lo haya retirado del circuito eléctrico. Una vez logrado esto, aflojéle la ropa.

Tenga presente que en casos graves, la víctima presenta una sensible palidez y su pulso es débil. En este caso, es imperioso proceder a efectuar reanimación respiratoria y masaje cardíaco externo. Luego trate las quemaduras que pudieran haberse producido, así como golpes o fracturas, y traslade a la víctima urgentemente al centro médico, acostada y con los pies levantados para favorecer la circulación encefálica. Esta posición debe mantenerse, incluso cuando el accidentado se halle conciente y lúcido.

Aun cuando la descarga haya sido leve, se le recomienda observar al damnificado en los días siguientes al accidente. Si aparecieran alguno de estos síntomas: molestias ante la luz (fotofobia), zumbido de oídos, dolores de cabeza o somnolencia, no dude en consultar al centro médico. .Descarga por un rayo
Si una tormenta lo sorprende en la calle o en lugares abiertos, evite refugiarse debajo de árboles, torres metálicas o postes de energía eléctrica, porque, de originarse un rayo, usted puede convertirse en víctima de la descarga eléctrica.
Recuerde también que a pesar de la fuerte descarga que aquél puede transmitir a una persona, no siempre produce lesiones o lastimaduras de consideración. Sin embargo, hay que tener en cuenta dos síntomas relevantes: la presencia de quemaduras y la alteración del ritmo cardíaco. Y actuar en base a ellos.
Tenga presente además que los auxilios que preste como socorrista no implican riesgo alguno para su propia persona, ya que la electricidad del rayo no permanece.

REGLAS DE ORO
   • Si no sabe del tema o considera que no está preparado para socorrer, no intervenga.
   • Nunca toque las heridas con las manos, con la boca o con materiales que no hayan sido esterilizados previamente.
   • Siempre que le sea posible, recurra a la gasa.
   • Jamás debe soplar sobre una herida.
   • En caso de fracturas expuestas o heridas profundas, sólo cúbralas con apósitos estériles y transporte a la víctima inmediatamente al médico. No lave las lesiones.
   • Limpie siempre las heridas con movimientos hacia afuera, nunca hacia adentro.
   • Jamás toque ni mueva coágulos de sangre.
   • No intente coser una herida, esto es asunto de un médico.
   • Sobre heridas o quemaduras olvídese de colocar directamente sobre ellas algodón absorbente o tela adhesiva.
   • Las gasas que cubren las heridas no deben ser retiradas ni desprendidas con violencia.
   • No aplique vendajes muy flojos ni demasiado apretados, tampoco húmedos.
   • Conserve siempre la calma. Primero observe la situación, luego piense y finalmente, actúe con resolución.

BOTIQUÍN
Elementos básicos que debería contener un botiquín de primeros auxilios.
   • Guantes de latex (o similar).
   • Apósitos estériles: para limpiar y cubrir heridas abiertas.
   • Vendas: de 7 y 10 cm. de ancho.
   • Apósitos protectores autoadhesivos.
   • Agua oxigenada 10 volúmenes:para lavar y desinfectar heridas y para detener pequeñas hemorragias.
   • Antisépticos ("Yodo povidona").
   • Bicarbonato de sodio.
   • Tijera.
   • Alfileres de gancho.
   • Carbón activado en polvo o comprimidos (para intoxicaciones).
   • Pinza de depilar.
   • Férulas.
   • Linterna chica.
   • Lapicera y anotador.
   • Jabón neutro.
   • Colirio sin antibiótico.
   • Pañuelo grande.

Agregar los medicamentos que el usuario utiliza habitualmente, recetados por el médico. 

Fuente: Argentina.Gov.Ar


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